La respuesta es sencilla: cuando sale a la calle, el coche pierde automáticamente un 10% de su valor. A finales de su primer año, habrá perdido otro 10% adicional. Pero esta cifra no es fija: para los automóviles de marcas menos atractivas, la depreciación puede aumentar considerablemente, llegando hasta perder el 50% de su valor en algunos casos. Así que cuando compras un coche que tenga menos de dos años de antigüedad, asegúrate de saber cuánto ha disminuido su valor.
Los coches nuevos continúan depreciándose a lo largo de los 4 primeros años, en un promedio de un 15-25% por año. De media, un vehículo nuevo perderá el 60% de su valor total en sus primeros 5 años de vida. Por lo tanto, si compras un coche relativamente nuevo, podrás ahorrarte el golpe de la depreciación del primer año, pero la percibirás durante los cinco años siguientes tras tu compra.
Por estas razones te recordamos lo importante que es verificar la edad de un vehículo antes de comprarlo, así como comprobar el número de propietarios por los que ha pasado y el momento en el que salió del primer concesionario. En JJTop Cars, te podemos ayudar con todos esos datos.
No hay nada que se pueda hacer para frenar la devaluación de un coche. Ya sea nuevo o usado, todo vehículo pierde valor con el tiempo. Pero el hecho de conocer cuánto y cómo se deprecia un coche puede ayudar a sacar provecho a la hora de vender tu coche o comprar un vehículo de segunda mano. Te explicamos algunos aspectos que debes conocer y que te servirán en el momento de vender o de comprar un coche.
El hecho de que los coches pierdan un 20% de su valor durante su primer año no es una novedad. Tu padre lo habrá tenido en cuenta como factor antes de adquirir su vehículo y tu hija lo hará a la hora de comprar su primer coche.
Sin embargo, cuando un coche es de ocasión, la dinámica de depreciación de los vehículos se transforma en un juego bastante complicado. Como cualquier producto, el precio de los coches de ocasión está sujeto a la oferta y la demanda.
Al inicio de este milenio, por ejemplo, muchos coches nuevos se vendieron a un precio mucho más elevado que la demanda existente en el mercado, por lo que el leasing se hizo muy popular y comprar un coche nuevo era mucho más fácil. En este contexto, la demanda de coches de ocasión disminuyó y la devaluación de estos vehículos aumentó considerablemente. La calma volvió al mercado de coches de segunda mano durante un tiempo, pero durante la crisis de 2008, la depreciación aumentó de nuevo.
Más allá de las tendencias del mercado, la psicología también juega un papel importante a la hora de intentar comprender cuánto se devalúa un coche año tras año. Los coches más populares, por ejemplo, tienen una mayor oportunidad de mantener su precio de venta en comparación con aquellos que son menos deseados.
Los coches favoritos de los conductores pueden cambiar cada año, por lo que existe el riesgo de haber comprado un coche que en cierto momento estuvo de moda, pero que en los siguientes años deje de estarlo, teniendo como resultado una devaluación del coche mayor de lo normal. Ahora ya sabemos que la depreciación de un coche no siempre sucede de manera constante.
Evidentemente, un coche que ha sufrido algún golpe o accidente sufrirá una devaluación más rápida que uno que se ha cuidado durante toda su vida.
Hay accidentes o siniestros que no se pueden evitar, pero hay otros que definitivamente pueden estar bajo nuestro control. Conducir agresivamente, por carreteras mal pavimentadas o tratar el coche con poca delicadeza, solo logrará que el vehículo se devalúe mucho más rápido de lo que debería.
Claramente, el valor de tu coche estará sujeto a las leyes del mercado y de la economía y eso no se puede controlar. Sin embargo, hay otros factores que pueden ayudar a determinar cuánto se deprecia un coche.
Apuesta por un color neutral: si te preocupas mucho por el valor de tu coche, piensa dos veces antes de comprar un coche de color amarillo fosforito. Quizás te guste mucho, pero este color reducirá considerablemente las posibilidades de venderlo.
Mantenlo limpio: utilizar un poco de cera, jabón y limpiacristales para mantener tu coche limpio puede tener un gran impacto en su valor a la hora de venderlo. Lo mismo sucederá con el interior del coche, ya que muchos compradores están dispuestos a pagar más por un vehículo con el habitáculo bien mantenido.
Busca coches con muchos extras: vale la pena buscar coches de segunda mano con ciertos extras, especialmente si se trata de equipamiento de seguridad. Quizás tengas que pagar un poco más, pero los coches con este tipo de extras en seguridad mantendrán mejor su valor en el tiempo.
El número de kilómetros: cuantos menos kilómetros has conducido, más podrás evitar la devaluación de tu coche. Un buen consejo es no excederse de los 15.000 kilómetros por año, aunque puede parecer un límite estricto si necesitas conducir bastante a diario.
Fuente de la noticia: carfax